Fin del Teide

Nunca había subido al Teide, aunque algunas veces hicimos intentos, pero siempre que llegábamos hasta el funicular nos decían que arriba había viento y no se podía subir.
Yo me alegraba, pues soy algo miedica y lo de subir en ese caldero 1.500 metros no me apetecía mucho.


Pero esta vez no me salvo nadie. Fuimos a primera hora, 9 y media, para no tropezarnos con los turistas.
En la primera foto, el Valle de Ucanca visto desde arriba. Allí esta el Parador.


Una vez arriba, no subimos hasta la pica, hay que subir unos 200 metros, por el asunto del mal de altura.
Acababa de morir una chica de La Gomera por ese motivo en el Machupichu y nos dio algo de miedo.
De todas formas estuvimos a 3.500 metros, lo que no esta nada mal.



Además no me quede con el aquel de no haber cogido el funicular.
Emprendimos la bajada hasta Guia de Isora.
Hay varios puntos desde los que se ven otras islas. Esta parece La Palma por la forma.

Nos hicimos la tipica foto cursi de turistas. No le falta detalle, sale el funicular, el Roque Garcia, el Teide y los tajinastes.
El paisaje sigue siendo volcánico.
Aquí los pinos crecen en medio de la lava.
Hay una ruta para ir caminando en medio de conos Volcánicos.


Una maravilla de margaritas.
Es impresionante como cubren todo el terreno.
Por la época, pensaba ver flores y no me desilusione.


Este arbusto solitario en medio del árido paisaje.
Abundan más las flores de color amarillo.


La última erupción que hubo por esta zona, fue a principios de 1.900, y como resultado de ella salio el volcán Chinyero.
Así que esto no esta tan muerto como parece.
El mejor día puede dar un susto.


Cualquier tipo de vegetación en estas latitudes, te llama la atención.
De bichos solo vi unos lagartos de bastante buen tamaño. Son muy negros.
También se encuentra por allí el observatorio de Izaña.


El pinar de Chio estaba precioso alfombrado de amarillo.
No resistí la tentación y le pedí al de siempre que me hiciera una foto.
Merece la pena visitar el Parque Nacional del Teide siempre, pero en primavera es una gozada