domingo, 31 de marzo de 2013

Como pasar un dia en Lisboa cuando quieres estar en Senegal


           Un dia de marzo de hace dos años pase por Pajares camino de Madrid. Iba rumbo a Senegal a la boda de mi primogenito.
 Ilusa. Los vástagos, no se como se arreglan, suelen complicar mucho las cosas mas corrientes.
 Como el de siempre se quedo en casa para variar, me acompañaban otro hijo y su mujer.
            Tenía ilusion de conocer algo nuevo y mas exótico que Tamargada de Arriba.
 Nuestro trayecto era Madrid-Lisboa-Senegal, con llegada a las 4 de la mañana más o menos.
            Pero como el hombre propone y dios dispone, pues dispuso que no llegaramos a la boda.
 Se retraso el avión en Madrid y cuando llegamos a Portugal estaba una negrita esperandonos, a nosotros y otros más, para comunicarnos que teniamos que quedar en Lisboa hasta la madrugada del
 día siguiente.
            Me dio gana de estrangular a la amable senorita. Sobre todo porque el avión que teniamos que cojer todavía estaba allí y tardo como media hora en marchar. A las compañias les importa un pepino si te pierdes la boda de tu hijo o la muerte de tu padre, a ellos plin.
           Estaba una señora con su hija que iba a Cabo Verde (su avión salia todavía más tarde que el nuestro) que tambien dejaron en tierra.
 Me dijo:
 - No me molesto en protestar. Hago este viaje todos los meses y la TAP no funciona muy bien.
           Eso si, nos pagaban toda la estancia completita.
Todo menos mi whisky, unos roñosos.
 Claro que eso no nos compensaba el trastorno sufrido. Ademas no querian devolvernos las maletas que estaban facturadas a Senegal. Ahi nos pusimos duros y nos las devolvieron.
 Tres senegalese que estaban en nuesta misma situación se quedaron sin ellas. Uno de ellos vivia en Gijon y hacia mas que decir que los asturianos "lo mejor del mundo"
 Al dia siguiente me preguntaron:
 - ¿Como conseguisteis las maletas?
 - Pues poniendonos burros. Ellos se conoce que se pusieron poco. Tuvimos que llamar al novio para que no nos fuera a esperar y encima nos echo la bronca por perder el enlace.
           A pesar de todo lo tomamos con filosofia y buen humor y decidimos aprovechar el dia en Lisboa. Lo primero que hicimos fue irnos a la Plaza del Comercio, construida donde estaba el palacio real antes de ser destruido por el terremoto de 1.755. En la plaza destacan el arco triunfal da Rua Augusta y la estatua ecuestre de Jose I en bronce. Era el rey que en la epoca del terremoto reinaba en Portugal. Desde alli emprendimos la caminata al castillo de San Jorge. Una buena subida. Fui retratando todo lo que me salia al paso. Iba con dos matrimonios jovenes. Asi que con la lengua fuera. Ese dia que perdimos ademas de la boda, me impidio ver Dakar que era lo programado. Seguimos subiendo. La gente joven no coge un taxi pase lo que pase. Yo dispuesta a no ser una pelmaza hice lo que pude.
 Hacia años que habia estado allí asi que todo me resultaba nuevo. Tuvimos la suerte de tener muy buen tiempo. Si encima llueve renuncio.
           Esta iglesia que no tengo ni idea cual es. Seguiamos subiendo. Ya empezaba a notarlo, que una ya no tiene 18 años. Cuando veo este hermoso tranvia que subia al castillo. Y yo a pata. Al fin, sudorosa y jadeante, llego a la puerta del castillo. Se ve desde alli Lisboa a tus pies. Y el puente sobre el rio Tejo. El puente 25 de abril antes llamado puente de Salazar fue construido en 1.960. Tiene algo más de dos kilómetros de largo y se aconseja no circular a más de 70 Km hora por el enrejado de rejillas que tiene en el suelo.
 Este enrejado produce un ruido caracteristico al pasar los coches por encima. En esta ocasión no circule por el. Ya lo había hecho en otros viajes. Entramos en el castillo. (Continuara)

jueves, 28 de marzo de 2013

Alojera

Alojera es un pequeño pueblo de la isla de La Gomera que pertenece al ayuntamiento de Vallehermoso. Si alguien busca tranquilidad alli la encuentra. Un peninsular diria que esta donde Cristo dio las tres voces. A mi viviendo en la capital me resulta el punto mas alejado, unos 55 kilómetros. Se llega a traves de una carretera llena de vueltas y revueltas como todas las de la isla. El pueblo me gusta. Esta diseminado. Una casa aqui, otra alli, por las laderas. La primera foto corresponde a la zona de la playa, que esta como a un kilómetro del pueblo, vista desde arriba. Mucha palmera. Creo que es el primer productor de miel de palma de la isla. Son unos 430 habitantes y viven preferentemente de la agricultura. Las casas estan cuidadas. Hace como 40 años que lo conozco y ha cambiado poco. Eso si, ahora la carretera esta asfaltada. Soledad, soledad, divina soledad para el que le guste. El pueblo esta situado al noroeste en una zona que llaman el Barranco del Mono. No se de donde vendra el nombre porque monos ni uno. Ni monos ni nada. En la isla solo hay perdices y conejos. Las fotos son preferentemente de la zona de la playa. Se deja el coche donde se puede, casi abajo hay sitio para alguno, pero generalmente lo aparcas arriba, y hay que bajar unas cuantas escaleras. Al final esta la playa y un viejo muelle abandonado. La playa, para mi, es como San Borondon. Unas veces se ve y otras hay que adivinarla. Tiene unos 250 metros de largo y 43 de ancho. Arena negra y piedras. En medio de las escaleras hay un ensanche donde el bar pone unas mesas. Ahi comi ayer. El restaurante El Prisma, de toda la vida, tiene siempre pescado fresco. Como la morena frita. La mayoria de la gente nunca la comio. Asi que puedes almorzar viendo el mar tranquilamente. Ayer de tranquilo no tenia nada y no se podia uno bañar, pero no siempre es asi. En verano suele estar bien. Yo me bañe en esa playa algunas veces y no se nadar. De agua clara y cristalina (cuando esta) poco concurrida. Entre otras cosas porque esta muy lejos. Ayer ademas estaba la marea alta. Pero el sitio es muy agradable y de vez en cuando vamos a comer alli. A pie de playa, muy a pie, estan estos apartamentos que se alquilan. Mas metidos en el mar imposible. No los conozco por dentro. Da la impresión que cuando el mar se pone bravo entra dentro. El viejo muelle. Al empezar vi como una piscinita para niños. Y el mar se oye como en el Cantabrico lo que tiene su importancia. En donde vivo no suena. Es silencioso y lo extraño. Las casitas, en esa zona, todas con unas hermosas escaleras, asi que hay que hacer ejercicio. Esta bien porque no te oxidas. Esta tiene un cartel de que se alquilan apartamentos. al que le interese. Nunca dormi en el pueblo, asi que no se como se siente uno entre el monte, los riscos y el mar. Terracitas donde sentarte a tomar un whisky contemplando el paisaje. Las terrazas me privan y en un sitio como las estas islas donde hace tan buen tiempo no concibo casa sin ella. Como se ve todo muy rural. Nada que ver con Torremolinos, Maspalomas, Las Americas o Marbella. Un sitio distinto con encanto. Cansados pero contentos emprendemos la vuelta. Otra vez a subir monte arriba. Es lo que tiene esta isla, que apenas que sales de casa es como si subieras Pajares o el Escudo todos los dias.