sábado, 26 de mayo de 2012

Donde viven tres y votan 60

Tejiade es un caserio al sur de isla a unos dos kilómetros de la carretera general Hacía tiempo que no ibamos y nos aventuramos. Luego siempre me arrepiento. Con la vejez estas carreteras me ponen los pelos de punta
La carretera es estrecha, con gravilla, un gran precipicio a un lado, de esos que ya no me ilusionan nada y nenos mal que en algunos lados tiene quitamiedos. Da la sensación que no circula nadie por allí desde la epóca de Matusalen. Vamos que ni el de siempre ni yo estamos ya para eso.
El caserio a lo lejos. Afortunadamente solo son unos dos kilómetros desde la carretera general, pero se me hacen como 800. Estoy segura que muchos gomeros nunca estuvieron allí.
Son casas dispersas. Una aquí y la otra alla. La última vez que estuvimos allí vivian tres vecinos y mal avenidos. Esta vimos a dos. Hablamos con una señora que nos dijo que estaba pasando unos dias, ella normalmente vivia en la isla de Tenerife.
Las casas se las ve cerradas. Esta esta abandonada. Asi y todo algunas estan cuidadas. Deben de venir sus habitantes de fin de semana o de vacaciones.
Desde su altura se divisa el mar como en casi todos los sitios, Me han contado que en época de elecciones allí votan unas sesenta personas. Yo no lo he visto, pero eso se dice.
Parece ser que los traen desde Tenerife en autobus. Organizan una comida de cabrito asado por ejemplo, votan, comen y otra vez al ferry hacía la isla vecina. Doy por supuesto que estan empadronados aquí, de otra forma no podrían votar.
Al fonde se ve el pueblo de Playa Santiago este si tiene playa. Tejiada esta en lo alto de un risco.
Como todo caserio que se precie tiene su ermita. Esta dedicada a San Jose. Y como no con su explanada para bailar en las fiestas.
No se cuantas casas tendrá, pero no parecen más de unas 12 o 15. Estuvo complicado dar la vuelta, gracias a que el coche tiene tracción a las cuatro ruedas.
El lugar lleno de chumberas en flor. Higos picos llaman en la isla a sus frutos. No me gusta nada.
Casa con el tipico corredor o terraza. No creo que vuelva nunca más.
Como no, se divisa el Teide. Presente en esta isla como si formase parte de ella. Cuando por fin salimos a la carretera general me pongo contentisima.

viernes, 11 de mayo de 2012

Ermita de San Juan

  La ermita de San Juan de Hermigua, pues en la isla hay más ermitas dedicadas a este santo. Como todas se encuentra en la pìca del monte. No se porque extraña razón para rezar en una ermita (siempre estan cerradas) además de buscar al detentador de la llave, tienes que saber escalar.

Cuando estabamos llegando a Hermigua me dice el de siempre: 

- ¿Vamos por el atajo? 

- No que me da miedo, prefiero ir por el sitio facil 

El atajo pasa al lado de los roques de Hermigua, roque grande y roque chico y tienen una vista diferente que vistos desde el pueblo. En esta foto se ve otra ermita que no visitamos hoy. Otro día sera.

Al final me llevo por el atajo que me pone los pelos de punta. Es una pendiente muy pronunciada y con unos pasos muy estrechos y coches aparcados en sitios imposibles. Tienes que rezar todo lo que sabes para no encontrar a nadie de frente.
A lo lejos ya se ve la ermita. Parece más, pero esta a 414 metros de altitud. Arreglaron el entorno hace poco y tiene 800 metros cuadrados.

Se ven las eretas sin cultivar. Hoy esta casi todo abandonado. 

El monte que esta detrás se llama Camacho. Menos mal, porque si se llama Candido o Toxo me suicido.

Hay carretera hasta allí. Luego hay que subir alguna escalera.
Amplio espacio con horno y fregadero para poder cocinar algo y sobre todo para bailar el dia del patrón. Lo del espacio para bailar es imprescindible.
El pueblo se ve así desde arriba. Es alargado al lado de la carretera y llega hasta el mar. Luego casas colgadas del monte. Cada ve que sales de casa lo tienes que hacer en coche.
La ermita no es precisamente de la más originales. El árbol que tiene a su vera esta seco. Una pena.

El Teide como siempre asomando las narices.

 Nos fuimos a comer a la Cruz de Tierno carne a la brasa. Suele hacer frio pero ese día estaba estupendo y comimos fuera.

Pasamos por el pantano de Las Rosas que lucia así de bonito. Creo que esta más guapo en la foto que en la realidad.
En el pantano hay patos de distintas especies. Esta es una. Nos volvimos para casa. Nada del otro mundo pero te paseas un poco.

viernes, 4 de mayo de 2012

Una carretera misteriosa

La primera vez que recorri esta carretera quede pasmada. Me sorprendio porque no va a ningún lado. Termina en medio del monte o risco sin más. Tiene 5 kilómetros y dos casitas.
No es demasiado estrecha lo que se agradece pues no tiene quitamiedos. Y con estos barrancos que Dios ha concedido a esta isla siempre produce desazón, cuando no te pone los pelos de punta, no tenerlos.
Como esta en el sur es de secaño. Parece mentira que unos pocos kilómetros más alla haya un bosque. En la montañita esta la ermita de San Isidro de Alajero. Antiguamente los enfermos de la isla iban a secar a Alajero cuando tenian problemas de pulmon. Tal lo que hacemos los asturianos con Castilla.

Lo que se ve más claro es el único cono volcanico de La Gomera.

 Hasta hoy no me entere que queria decir Los Almacigos. Nunca lo había oido. Los de ciudad no se, pero los que tenemos algo de jardín los vemos con frecuencia.

Por aquí ibamos. Pues los almacigos son bandejas plasticas o metalicas con pequeños cubiculos donde se colocan las semillas para que germinen.

Esta es la primera casita que se ve de las dos que hay. Parece abandonada. Los surcos que se ven delante es donde plantaban antiguamente.

 Todos los montes y terrenos de la isla esta asi, con surcos abandonados.

A lo lejos la segunda casa. Hace años vivian unos extranjeros, ahora no se porque no vimos a nadie. Pero esta cuidada.
Es lo que se dice vivir en la soledad más absoluta. La carretera no esta muy bien y hay tramos francamente mal. Un poco depués de la casa esta el final del camino misterioso donde hay o había un ensanche para aparcar y poder dar la vuelta.

La llamo la carretera misteriosa porque no va a ningún lado y porque la última vez que fuimos al aparcar senti unas voces.

 Di la vuelta al risco andando y me encontre unos hombres perfectamente trajeados sentados en unas rocas hablando. Me vuelvo y le digo al de siempre: 

- Vamonos que aqui hay una gente muy rara. No me creia hasta que los vio.

Si hubieran estado con mochila y botas de monte o playeros hubiera dicho: 

-Unos guiris entrometidos que se meten por todos lados. Pero el estar trajeados y con zapatos fue lo que me escamo. No se lo que harían allí ni quiero saberlo, pero no era normal.

Terrible desilusión. Cuando llegamos donde debía estar el sitio para dar la vuelta había obras. El de siempre dice que estaban haciendo un deposito de agua, a saber.

Mi esforzado marido a trabajar para dar la vuelta. Aqui tuvo poco problema pues como dije la carretera no es muy estrecha.

 No consigo entender que se pretendia al hacer esta carretera de 5 kilómetros y que no termina ni siquiera en un caserio. Salvando las distancias es una cosa así como el aeropuerto de Guadalajara.

Con las mismas nos volvimos. No vimos ni animal, ni persona, mas que los misteriosos hombres.