lunes, 2 de mayo de 2011

Sietes


A pesar de estar muy cerca de Gijón, en el concejo de villaviciosa, nunca había oído hablar, en mis 65 años, de este lugar.
Mas que pueblo, aldea perdida en el monte asturiano.


Muy autentico, muy rural. con 49 vecinos censados. al que se llega desde Villaviciosa por una carretera local.
Se encuentra en pleno corazón de la comarca de la sidra.


Un día, leí que en Sietes había presentado Microsoft su Windows 7 y me llamo la atención.
- ¿Por qué en ese sitio perdido? donde los vecinos ni siquiera tenían ordenador.
Buena pregunto.
Así que decidí conocerlo.



Una vez allí me comentaron que habían buscado por todo el mundo el lugar apropiado y que tuviera relación con el siete. Al final se decantaron por sietes.
Regalaron ordenadores, les mandaron gente a darles clase, cuando yo fui iban dos veces por semana, y les metieron en el mundo de internet.



Hay multitud de hórreos. Como una colección de hórreos antiguos.
Se encuentra a 460 metros sobre el nivel del mar.
Me comentaron que el pueblo ya era conocido por ser paso para ir a Covadonga. Entendí que andando.



Los paisajes que se divisan son todos así.
Verde, monte, árboles. Un sitio precioso.


Esta casa esta a la entrada del pueblo y fue la única que vi como más grande.
Teníamos la preocupación de donde comer, aunque habíamos visto en Internet que había un bar, mesón, o lo que fuera.
Efectivamente, a pie de carretera vimos Casa Prida.


Allí nos dirigimos, mis dos acompañantes y yo.
Lo primero que vimos un gran ordenador a la entrada. Se lo habían regalado, aunque el hombre nos dijo que él no era un forofo del tema.


Le preguntamos:
- ¿Se puede comer?
- Tengo que preguntar a mi mujer.
Ni hubo problema. Comimos casero, pero muy bien. así que con el estomago agradecido tan contentas.


Después nos dimos una vuelta por el lugar para ver sus casas típicas, sus hórreos.
No da mucho de si pues es pequeño.


Tuvimos suerte, pues hacía muy buen día. aunque estábamos en verano en Asturias nunca se sabe lo que va a pasar. Ni regalando huevos a Santa Clara.


Como todo pueblo que se precie, tienen su iglesia.
Una señora iglesia del siglo XVI
Es la parroquia de San Emeterio.


Nos mereció la pena ir hasta allí. Todo el entorno es bonito.
Fue una excursión distinta, y muy agradable.
Y un acierto comer allí. siempre digo que en estos lugares se come mejor que en las ciudades.


Un típico campo asturiano. Con su valla no se escapen las vacas.

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