martes, 24 de mayo de 2011
Chejelipes
Chejelipes, es un barrio, caserío o aldea perteneciente al municipio de San Sebastian de La Gomera. Tiene 40 habitantes.
Esta situado en la unión del Barranco de Izcagüe y el Barranco de La Laja. Más abajo se convierte en el barranco de La Villa.
Se llega por una carretera, al principio bastante bien.
Estrecha, jalonada de casitas, de palmeras y tabaibas.........etc
Chejelipes tiene de especial, que cuenta con tres embalses o pantanos.
Por esa zona se pueden ver Taparuchas, lo que abunda en el paisaje gomero.
Son producto de las erupciones volcánicas habidas antiguamente en la isla.
Son como diques o murallas que atraviesan los barrancos de forma horizontal.
Pueden ser de distinta longitud. La de la foto no es muy grande.
Las taparuchas son muy resistentes, por lo que los aborígenes aprovechaban para realizar sobre ellas grabados.
En medio del caserío esta el pantano más grande. Unas veces lleno y otras, pocas, completamente vacío, lo que resulta una desgracia, ya que ese agua se utiliza para regar las plataneras.
La carretera se va estrechando y termina en La Laja.
Actualmente esta asfaltada, pero así y todo llegar hasta el final de ella es complicadillo.
El paisaje es muy rural. Lo mismo ves una ladera llena de tabaibas, como esta, que una sembrada de pitas.
Las casitas están cuidadas.
Es un paseo relajante,para el que no conduce claro.
Yo como llegue a conocer toda la isla sin una sola carretera asfaltada, ahora me parecen autopistas.
De vez en cuando ves formaciones raras, como esta roca que parece un dedo apuntando al cielo.
He llegado a apreciar el paisaje rocoso, tiene su encanto.
Al final del todo, no llega mucha gente, te encuentras debajo de la zona de los roques.
El roque Agando es el principal. Hay senderos para bajar caminando desde allí hasta esta charquita.
Un lugar bonito y solitario, pero prefiero vivir en el pueblo.
domingo, 22 de mayo de 2011
Oneta
Me fui con Magui y su marido de excursión; escogimos un lugar completamente desconocido para nosotros, pero que nos llamo la atención, Oneta en el concejo de Villayon.
Llegamos a Villayón sobre la una del mediodía y visitamos el lugar.
No vimos ningún sitio que nos apeteciera comer y como era pronto decidimos lanzarnos a la ventura. Siempre estábamos a tiempo de volver si no encontrábamos un lugar adecuado.
Así que nos metimos por la AS-36, carretera sinuosa y estrecha, camino de Oneta que esta a seis kilómetros.
Nada más llegar topamos con su iglesia dedicada a Santa María. La aldea pequeña y sin atisbo de restaurante.
En esto vimos una señal de hotel.
Y decidimos seguir. A lo lejos se ve nuestro coche.
Oneta esta en el occidente asturiano y tiene 91 habitantes.
Sus fiestas son sobre el 9 de septiembre. Mejor visitarla en otro momento, pero entre los festejos se incluye una chorizada gratis. Esto para el que le guste el chorizo.
El verde nos envolvía. Al que no le guste ese color que no visite Asturias. Los amantes de los desiertos lo tienen claro.
Esa manchita blanca de la foto es el cementerio, parece un lugar estupendo para descansar.
Cuando ya empezábamos a desesperar vimos un cartelito que indicaba el hotel subiendo por un caminito no muy bueno.
Nos metimos en el y llegamos a una especie de granja.
- Esto no es dice Magui.
Cuando estábamos dando la vuelta nos dice un chico tumbado en un carro con cierta sorna.
- A todo el mundo le pasa lo mismo. Si andan un poco más esta el hotel.
- No estaras de coña.
Nos pareció que nos tomaba el pelo, pero insistio.
Y efectivamente dimos con el hotel rural yeguada Albeitar.
Un hallazgo. Comimos de miedo, hasta merluza del pincho recién llegada.
Es un hotel granja de 11 habitaciones y tienen gallinas, cabras.....y se dedican a la cría de caballos de raza árabe y asturcones.
Y llego el pan tiernito. Venia detras de nosotros.
Su dueña Inmaculada nos atendió muy bien y me quede con ganas de volver.
Eso si, esta en la pica del monte.
Contaminación ni gota. Se puede respirar a pleno pulmon.
En los campos asturianos han desaparecido, practicamente, las varas de hierba, en su lugar hacen con las maquinas estas pacas como se ve en la foto.
A empeorado mucho el paisaje con eso, pero los tiempos modernos no perdonan.
En Oneta hay una excursión andando para ver tres cataratas que hay por allí.
La primera y creo que más fácil de llegar la de la Firbia, la segunda la Ulloa y la tercera que parece tiene un acceso dificultoso, Mairerua.
No las visitamos, si tengo ocasión vuelvo. No son muy conocidas, pero prometen y no hay que andar mucho.
Digo que no son conocidas porque a todos los asturianos que pregunte, ninguno las conocía y ni sabían de su existencia.
Me parecio un sitio precioso, tranquilo, agradable. Nunca pense encontrar un hotel tan majo en semejante sitio.
Hórreo con el tejado, no de teja, pizarra o paja, si no de uralita. Lo dicho, los tiempos modernos algunas cosas las joroban.
sábado, 21 de mayo de 2011
El Sagrado corazón de La Villa
Cerca de San Sebastian de La Gomera, a unos cuatro kilómetros de La Villa se alza sobre el cerro o lomada del Machal el Sagrado Corazón que domina el pueblo.
Bueno, tendría que dominarlo. Para mi gusto quedo algo pequeño.
Empiezas subiendo por un camino estrecho pero empedrado y te haces ilusiones.
A sus lados ves plantas como esta tabaiba empezando a echar hoja.
Cuando no la tienen parecen más muertas que vivas.
Es un paisaje de sur. O sea, seco, con cactus, piedras y alguna hierba.
De verde lo justo para no pensar que estas en la luna.
Enseguida el suelo empedrado se vuelve de tierra, y de protecciones sobre el precipicio nada de nada.
Ruegas para no encontrar a nadie de frente.
Más emocionante que se pone la cosa.
Estoy enamorada de los cardones, esos cactus que parecen velas.
Además son muy fotogénicos. En la cima hay muchos.
Como digo arriba, aunque el Cristo tiene trece metros de peana y cinco la estatua, quedo enano. Esta echo de piedra artificial (encima) y dicen que se parece al de Brasil.
La primera piedra se pudo en 1.962.
El lugar esta estupendo para poner un restaurante, pues tiene unas vistas de campeonato. Eso si, suele haber algo de viento.
Se inauguro sobre el 64. Poco antes de poner yo por primera vez el pie en esta isla.
El pueblo visto desde allí. En los años 60 eran cuatro casas y el puerto, cabía un barco frutero, había que buscarlo con lupa.
Recuerdo que le pregunte al de siempre:
-¿Donde esta el puerto?
Desde el cerro también se ve el sur de Tenerife, y como no, el siempre presente Teide.
El panorama no puede ser mejor.
El puerto deportivo con los dos ferrys que nos disfrutamos atracados, el Benchijigua de la compañía Olsen y el Volcán de Taburiente de Armas.
Pensar que hasta los años setenta solo había un barco o dos a la semana y tardabas toda la noche porque salia de Santa Cruz de Tenerife.
El puerto deportivo más cerca y la playa donde me suelo bañar.
Este puerto también quedo escaso enseguida. Siempre esta lleno.
En los cuarenta y cinco años que llevo viniendo a la isla ha cambiado algo.
Por lo pronto tiene carreteras que entonces eran de tierra y ponían los pelos de punta.
El paisaje sigue siendo el mismo, algo de verde en invierno y seco el resto del año.
En el sur claro, el norte es más animado.
Me gusta subir hasta allí de vez en cuando. No tiene muchos visitantes y eso siempre es de agradecer.
jueves, 19 de mayo de 2011
Campo de Caso
Un día de verano me fui de excursión por Asturias en el Tren de la Biosfera organizado por FEVE. De 9 de la mañana a 9 de la noche.
Me enseñaron muchas cosas, el museo de la minería, el museo del agua, como se organizan las abejas........etc.
Recorrí los verdes campos asturianos.
Paramos a comer en Campo de Caso, capital del concejo de Caso, situado en el Parque Natural de Redes.
Este es su ayuntamiento que me recuerda las casas de los cuentos de mi infancia.
Esta situado a 58 kilómetros de Oviedo y tiene unos 400 habitantes.
El centro del pueblo. Es un lugar muy bonito y tranquilo, con unas casas preciosas y muy cuidadas.
Rodeado de verde por todos lados.
La iglesia dedicada a San Juan Bautista.
El parque de Redes esta recorrido por el río Nalon, y esta lleno de valles, praos y bosques.
Allí habitan ciervos, osos, urogallos...etc.
Los amantes de la bicicleta pueden recorrer la senda del oso.
No esperaba encontrarme un lugar tan agradable y me sorprendió gratamente.
Solo por ver el pueblo merece la pena ir hasta allí.
Y no digo nada si comes. Lo hicimos en esta casa, aunque no recuerdo el nombre del restaurante. Si recuerdo que comí bien. Claro que en los pueblos asturianos es difícil comer mal aunque te lo propongas.
También tiene su casa de indiano, la Casa de la Torre. Es del siglo XX, pero esta edificada sobre otra de la época medieval. Tiene su capilla incorporada, la de San Cosme del siglo XV.
En el pueblo y alrededores hay muchos apartamentos y casa rurales.
La plaza del pueblo, con su ayuntamiento incluido me privo.
Por allí cerca se encuentra el Museo de la Madera.
No se que pasa que hoy día cualquier pueblin tiene su museo. Proliferan.
Este tiene a su entrada esta estatua en madera de un madreñero haciendo su trabajo, pues la madreña tiene un lugar importante en el museo.
Es pequeñito.
Estos botines forman parte de la colección. Pobre niño el que los haya llevado.
En esta zona también es importante el queso Casin que también te dan a probar.
Un día entero da mucho de si. No me defraudo el Tren de la Biosfera, aunque parte del recorrido lo hicimos en autobús, guagua que dirían los canarios.
Esta casita la retrate porque me parecio como de postal.
Campo de Caso, un sitio tranquilo para pasar unos dias y hacer excursiones por sus alrededores.
lunes, 16 de mayo de 2011
Ruta del rio Dobra
A la vejez me da por conocer sitios nuevos, de esos que tienes cerca y no sabes siquiera de su existencia.
El verano pasado me fui de excursión con un hijo y su familia.
- Te vamos a llevar al río Dobra
- Y ¿donde queda eso?
Pues esta al lado de Cangas de Onis. Donde el famoso puente romano, que no es romano ni nada, si no de la Edad Media, aunque esta construido encima de uno de la época romana.
Hay que coger la carretera N-620 que va de Cangas de Onis al Puerto del Ponton.
A un kilómetro de Tornin hay un restaurante con un aparcamiento de donde sale un caminito.
Nada más empezar a caminar te encuentras este otro puente, llamado el viejo, también medieval.
El sendero empieza muy ancho y muy guapo. Va todo el tiempo al lado del río Dobra.
Este nace en los Picos de Europa y desemboca en el río Sella.
En todos sitios te lo anuncian como apto para todas las edades.
Ja, ja, ja, o yo soy muy torpe o aquello no es como lo pintan.
No digo que sea difícil, pero yo necesite ayuda y más que ayuda en algunos lugares.
El río discurre por una garganta estrecha y escarpada y es de aguas puras y cristalinas.
El paseo como mucho de una hora y siempre puedes a la vuelta tomarte algo en el restaurante donde dejaste el coche.
A medida que uno se interna en la ruta, el camino se va complicando.
Llega un momento que solo te cabe un pie. Por un lado el río y por el otro el risco, y tu colocando los pies donde puedes.
No se porque pongo esta foto, estoy vieja pero no tan chepuda.
Había gente, pero sin exagerar. En agosto es difícil no encontrar a nadie.
Por el camino te puedes parar a bañarte y eso hicieron. A mi ni se me ocurrió llevar el traje de baño.
Eso si, tenias que ir con cuatro ojos, pues el suelo es irregular lleno de piedras y puedes acabar, como te descuides, en el río.
Reto a cualquiera que tenga más de 60 años y no sea veterano en senderismo, que vaya y me diga si aquello es para todas las edades.
La ruta normal termina en la Olla de San Vicente, pero se puede seguir por parajes más agrestes y más complicados.
Por algunos sitios el río baja revuelto.
El paseo, cuando puedes dejar de mirar el suelo, es agradable. Arboles, el murmullo del agua, verde, animales no vi, pero seguro que hay alguno.
La Olla de San vicente es como un lagito salvaje.
El agua creo que esta congelada. Y la verdad, algunos que se estaban bañando me parecieron algo inconscientes, pues es profundo.
Nunca había oído hablar de tal río, ni de tal Olla.
Esta claro que no conocemos lo que nos rodea.
Tanta manía por ir de viaje al quinto pino y cerca de casa tienes cosas muy bonitas
Estos dos últimos veranos, he conocido más Asturias que en toda mi vida. Espero este año completar el interior del Principado que es lo menos conocido.
Hay que volver por el mismo camino. Terminamos comiendo en el restaurante al aire libre. comimos bien.
Menos mal que hacía buen día.
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