Andabamos las tres hermanas, polvo, sudor y hierro, por las tierras de Castilla, cuando me sobrevino una urgencia.
- Ambrosio, para que quiero ir a la era. Eso es lo dificil en tierras castellanas. Ni un árbol, ni nada donde pasar desapercibido.
De pronto, "un árbol, un árbol" dijimos todos a la vez emulando a Colon cuando descubrio el nuevo mundo.
Asi que lo inmortalice por el servicio prestado y si hubiera sido el rey lo hubiera hecho marques.
Nuestra meta era Valdevimbre en plena comarca del páramo leones.
Ibamos a una reunión de primos por parte de madre.
Eramos pocos, 17 con sus correspondientes parejas. El que la llevo, pues el de siempre se quedo en casa tan tranquilo.
Y digo pocos, porque por del otro lado somos más de 50 primos.
Llegamos con bastante adelanto.
- Aqui no hay nada que ver decia Magui.
- Una iglesia tendra por lo menos. Nos paseamos por el pueblo. De la iglesia no pone el nombre ni internet
Vista por el otro lado. Enseguida vimos que aquello daba poco de si. Sería el tipico pueblo de Castilla si no fuera por que tiene una peculiaridad.Entre Valdevimbre y sus alrededores se reunen unos 1.056 vecinos.
Si se descuidan tantos como cuevas y bodegas. Exagero un poco, cuevas tiene unas 300.
Ermita de San Antonio. Visto que no había mucho que visitar decidimos ir a tomarnos un vino mientras esperabamos la llegada de la primada.
Yo no entiendo un pimiento de vinos, pero creo que es conocido como Prieto Picudo. Previamente dimos un vistazo a la cueva donde ibamos a comer.
Esta tan aparente no es la que nos tocaba. Hay muchas y hoy en dia gran cantidad las dedican a restaurantes y demás para el turismo. Y había gente. Quede pasmada del trasiego que se tenian en ese pueblo desconocido para el común de los españoles.Esta con la entrada tan sugerente es la Cueva del Cura. Tiene 300 años.
Tampoco era la nuestra. Esa especie de periscopios que hay en todos los monticulos, me imagino que son respidaredos de las bodegas. A lo mejor estoy diciendo una burrada.
La Cueva del Tunel. Más moderna que la anterior. Al fin la nuestra. Asi de entrada me apetecia más la del Cura. Por dentro inmensa.Había que entrar a palpo. La iluminación escasa y el resto velas.
Las velas seran muy romanticas pero son un coñazo, no te enteras de lo que comes.
La mesa preparada. Los asientos regulin de comodos. Eso si, comimos bien y bebimos mejor. Y sobre todo estabamos fresquitos.Fuera hacía bastante calor. Un pueblo curioso y estupendo para los que les gusta beber vino. Asi que se puede uno desviar si se pasa cerca.
Bueno esta muy bien el comentario,pero lo pasamos muy bien y la comida estupenda,hay que repetir.
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