martes, 29 de abril de 2014

Agulo. Tras la ermita de San Marcos

Agulo se encuentra al norte de la isla de La Gomera. A 260 metros sobre el nivel del mar en un sitio privilegiado. Por detrás unos inmensos riscos y por delante el mar y el Teide enfrente.
           Consta como de tres núcleos de población, La Montañeta, Las Casas y el Charco. Se le conoce como el bombón de La Gomera lo que encuentro algo cursi.
           Ayer nos acercamos allí en busca de la ermita de San Marcos.Nunca habíamos bajado hasta ella ya que se encuentra en la costa. Lo llaman playa pero son unos pedruscos y además imposible para bañarse.
Cuando llueve, bastante, aparece este salto de agua en una depresión de la montaña del Casco. Popularmente es conocido como el chorro de Agulo. Esta solo a 5 kilómetros del pueblo del de siempre así que lo conozco bien.
            Me faltaba la ermita.
A principios del siglo XVII se levanto una ermita dedicada a San Marcos que fue sufriendo sucesivas reformas. Esta acabo cerrándose y en 1.912 se empezó la construccion de la iglesia dedicada al mismo santo y obra de Antonio Pintor.
           Situada en la Plaza de Leoncio Bento, en La Casas,, enfrente del ayuntamiento. Es una iglesia que siempre me pareció muy original su edificio.
           Allí nos dirigimos en primer lugar pues el de siempre quería preguntar como estaba la carretera o pista para bajar a la playa. Nos dijeron que en buenas condiciones, así que nos animamos.
           San Marcos El santo en lugar de estar en la ermita lo tienen en la iglesia, pues dicen que con la marecia se estropea y solo lo bajan en romería en su fiesta que precisamente es estos días. Se piensa que no es la primitiva imagen, aunque no lo saben, pero así y todo es del siglo XVIII
           Ayuntamiento. Empezamos la ruta, en principio entre las casas. La carretera muy estrecha. Solo cabía un coche. Me fui fijando y había pocos sitios donde dar paso y estos tenían coches aparcados por lo que no servían para nada,
Como es normal en esta isla tu coche y el precipicio.
            El pavimento bien y había protecciones. Yo desde luego iba pensando como nos íbamos a arreglar si encontrábamos a alguien de frente. Y lo encontramos.
           Nos topamos con un transporte pequeño (no llegaba a la categoría de camión) en una bajada. Como subía tenia preferencia. Quedamos uno enfrente del otro mirándonos. El del camión ni intención de dar marcha atrás.
           Estaba en su derecho. Me baje del coche y mire las posibilidades de retroceder nosotros. Ni una, tendríamos que ir mucho rato marcha atrás y ver si encontrábamos algo donde meternos.Una pena, pero complicada con la situación no se me ocurrió hacer foto.
          Mi pareja se acerco a parlamentar con el conductor del otro coche. Después de pensarlo un poco, como conocía la zona, se acordó de un pequeño entrante donde podía meterse para darnos paso y eso hizo muy amablemente el hombre.
           Así que seguimos pero ya con el miedo metido en el cuerpo. Desde el edificio que se ve en la foto antiguamente salia un transbordador a un pescante que estaba en el mar para darle salida a los plátanos y tomates, pues por tierra era peor.
           Me dice el de siempre:
 - Creo que voy a dar la vuelta.
 - Donde le contesto, no sera mejor llegar abajo y hacerlo allí.
          Seguimos. De pronto una desviacion que bajaba. No estaba nada señalizado así que nos entro la duda.
 - Yo creo que si tenemos que bajar a la costa lo logico es bajar y no seguir de frente
- Si, le contesto, pero yo veo una carretera larguisima por ahí abajo y me parece que tenemos que seguir por esta.
 Como nos entro la duda y ya íbamos algo acojonados decidimos aprovechar para dar la vuelta y volver por donde habíamos venido.
Una calle cualquiera del pueblo. Este es de calles muy estrechas, con el pavimento  como de cantos o piedras y esta muy cuidado. Tiene flores, bancos donde sentarse, las casas cuidadas..... en fin se ve que lo miman no como donde vivimos nosotros que no hay ni una triste flor.
          Agulo fue, creo, el primer pueblo de la isla que tuvo agua, electricidad y el primero en construir el pescante. Según leí en una ocasión en los archivos de la iglesia era también donde mas gente leía y escribía en la segunda mitad del siglo XIX. Cuando lo leí me extraño una cosa.
           Ponian por ejemplo leen 20 vecinos y leen y escriben 12. Siempre pensé que leer y escribir iban juntos.
          Un rincón. En vista de la excursión fallida me dedique a darme una vuelta por el pueblo. Antes los de Hermigua venían aquí a comprar dulces, no se si seguirán haciéndolo. Hay algunos sitios donde comer como La Vieja Escuela y La Molina, y algunas cafeterías.
          Cuando llegue a la isla los primeros años no había ni una terraza cosa que me chocaba con el clima que hace, pero afortunadamente entraron por ellas. Siempre es agradable sentarse al aire libre. El de siempre que es la cabeza pensante me dice:
 - Nos vamos a comer, luego llamamos a Ramón (taxista de Hermigua) y que nos lleve el a ver la ermita.
 No me pareció mala idea y eso hicimos.

     
          Emprendimos, ya con Ramón, la bajada. Todo como una seda. La carretera estrecha pero bien, ni rastro de coches. Es que no encontramos ni uno. Y en un tris tras estábamos a la altura de la ermita. Esta es del 2.005 pues la anterior se destruyo en un derrumbe del risco, Con ese motivo se hizo algo mas arriba.
 Además han puesto un área de recreo con unos fogones para la gente que quiere ir a comer allí. No creo que haya muchos voluntarios como no sea en las fiestas.
          Esta dedicada a San Marcos porque los primeros colonos que llegaron a esa playa (lo de playa es un decir) eran de Icod de los Vinos en Tenerife y parece que por allí se venera a San Marcos. Venían con la imagen puesta. No había un alma claro.
          El mar estaba así de bonito.
 Cuando volvía le digo al de siempre:
 - Sabes lo que te digo que somos un par de gallinas como no nos atrevimos esta mañana.
 Ahora ya sabemos lo que tenemos que hacer cuando nos parezca un sitio difícil. La solucion esta en ir en taxi.

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