Buscando donde ir por Burgos de excursión, me tope en Internet con este pueblo por la zona que me interesaba. Esta al norte y pertenece al ayuntamiento del Valle de Sedano.
Por el Cañón del Ebro. Debe de ser bonito me dije para mi.
Y no me equivoque.
Llegar (una amiga y yo) llegamos de milagro.
No vimos la señal y subimos el Puerto de Carrales del cual ignoraba la existencia, pues no es de los clásicos que citan en el tiempo.
Como: Sonpor cerrado, el Ponton con cadenas, Torremiro............. de Carrales nada y eso que debe de nevar lo suyo.
Cuando ya nos habíamos papado todo el puerto nos dimos cuentas de nuestro error. Si nos descuidamos llegamos a Santander.
Así que vuelta atrás. Perdimos una hora con ese paseo extra.
Lo primero que ves al llegar a Orbaneja, es su cascada. Nace en el centro del pueblo, cueva del agua, y después se precipita sobre el Ebro.
También te topas con la gente vendiendo quesos al borde de la carretera.
El pueblo tiene unos 46 habitantes y vive del turismo.
Para llegar a el hay que subir una larga escalera.
En ese viajecito me hinche a subir riscos, escaleras y todo lo que se me puso por delante.
Las casas de piedra, solidas.
Todo el lugar es conjunto histórico desde 1.993.
Aquí convivieron durante años cristianos, judíos y mozárabes.
El sitio precioso, pero al ser turísticos demasiada gente.
Me gustan los lugares menos conocidos.
Otra cosa que llama poderosamente la atención son las formaciones rocosas que rodean el pueblo.
La más conocida es la llamada beso de los camellos.
A mi esas formaciones me recordaban los episodios de Felix Rodriguez de la Fuente con los buitres o cosas parecidas anidando.
Se divisan desde todos lados. Orbaneja no sería Orbaneja sin ellas.
Lo que no vi fue ningún castillo como dice su nombre.
Su iglesia que al estar muy cerca de las casas es imposible retratar a distancia.
Nos cogió la hora de comer y decidimos hacerlo allí.
¿Donde? había multitud de sitios.
Después de darnos una vuelta seguíamos indecisas.
Preguntamos.
Los camellos.
Nos dijeron que el mejor sitio era "El arroyo"
Había mucha gente joven y se comía como de tapas. Hicimos el primo y no nos quedamos.
Acabamos comiendo en un restaurante que no recuerdo su nombre. Mejor.
Tardaron un verano en servirnos y no comimos nada del otro mundo.
Además hartas nos fuimos sin tomar el postre.
Y no muy barato.
Había un mesón con terracita mirando a los camellos que no se porque lo desechamos. Seguro que hubiera estado mucho mejor y hubiéramos tenido estupenda vista.
Una callejuela cualquiera.
Esta zona de Castilla no tiene nada que ver con la terrible estepa castellana.
Tiene montecitos, verde, árboles...........otra cosa.
Eso no quita para ver unos campos llenos de trigo. Cuando están en sazón una maravilla.
Pasamos un buen día y si hubiéramos comido bien el despiporre.
Me hinche a ver iglesias, cada pueblo tiene la suya y todas antiguas.
Castilla tiene muchas facetas.
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