viernes, 9 de marzo de 2012

Fin de recuerdo del Senegal

Camino del Campamento Wassadou cerca del Parque Nacional de Niokolo-Koba el más grande del Senegal.
Vuelta a atravesar, horas y horas, la sabana. Porque me dieron una paliza de muerte.
Es lo que tiene ser la unica persona mayor entre jóvenes. Pero aguate bien.
En este punto nos separamos del resto de la expedición (mi hijo, su mujer y yo). Nadie conocia el campamento pues mi hijo lo habia reservado a traves de internet. No sabiamos lo que nos ibamos a encontrar.
Esta a la orilla del rio Gambia a bastante altura sobre el.
Llegamos por un camino de tierra en pleno bosque. Se componia de 20 chozas algo más pequeñas que las anteriores y con luz solo a determinadas horas del dia por lo que te daban llave con linterna incorporada.
Yo llevaba las mias pues ya me habian avisado que era fácil quedar a oscuras incluso en Dakar.
El comedor. Resulto un sitio muy agradable aunque de entrada quede mosca.
Una temperatura estupenda. La gente muy amable y comimos muy bien.
Comedor de noche. El primer dia estabamos solos con una pareja de chicas.
Pense ¿donde nos hemos metido?
Al dia siguiente ya estaba lleno de franceses de la tercer edad.
Mi chocita con mosquitera y todo.
Todas tenian a la entrada el dibujo de un animal. En la mia era una gallina de guinea. Y también cuarto de baño.
Menos mal, porque vi otros campamentos que había uno común y salir a la selva a las 4 de la mañana con los bichos por allí debe de dar un poco de canguelo. No creo que me hubiera decidido.
Como eran ya las seis de la tarde pense, ingenua de mi, que nos ibamos a quedar tranquilamente en el campamento. Ilusa, enseguida me dice mi hijo:
- Venga que nos vamos por el río a ver los cocodrilos y los hipopotamos.
De momento se me pusieron los pelos de punta, pero no era cosa de desperdiciar la ocasión.
Cuando vi la barca no se me puso el pelo blanco porque ya lo tengo, pero me impresiono lo pequeña que era.
Nos dieron un chaleco salvavidas y pa dentro.
Reir nos reimos mucho.
Como era el atardecer los pescadores de la zona ya había puesto sus redes y cada vez que pasabamos una la jorobabamos y tenia que bajar el barquero a arreglarla.
Para esa operación se desvestia y se tiraba al río.
Muchos pájaros como en el rio Saloum.
En una islita el barquero nos hizo bajar. Decia que tenia que vadear un trozo sin peso y que nos recogia en el otro lado.
Baje tan fresca. Menos mal que no me acorde de los cocodrilos que si llego a hacerlo no me bajan de la barca ni con grua.
Mi nuera dice que si lo hizo pero no me dijo nada para no austarme.
Los hipopotamos me dieron bastante yuyu. Tienen una boca inmensa y creo que nos tragarian con barca y todo.
El río Gambia me parecio fascinante.
Al día siguiente, de amanecida, nos dirigimos en un coche, que aquí hace cincuenta años que lo hubieran desguazado, al Parque de Niokolo-Koba.
Tanto era así que no le funcionaban los frenos y lo hacía con el freno de mano.
A la entrada del parque obligatoriamente tienes que coger un guia.
Todo lo contratas en el campamento. Es comodo.
Es parque nacional desde 1.954, antes era un coto de caza protegido.
Es relativamente plano con pequeñas colinas y depresiones que se llenan de agua en la época de lluvia y es donde van los animales a beber.
En las horas de calor te aparcan unas horas en un sitio en pleno parque.
Comes lo que te preparan en el campamento antes de salir y ves mientras tanto estos bichos por allí pululando. No te dejan andar solo por el parque.
Todavía quedaba alguna charquita, pero había muchas dando ya las última boqueadas. En esos lugares nos solian parar para ver los animales que van a beber.
Es un mono verde. Los hay rojos y chimpances. También jabalis, ciervos, bufalos, 300 especies de pájaros.
Dicen que elefantes, leones y jirafas no estan muy seguros que quede algo pues hace tiempo que no ven. De todas formas el parque es tan grande que si no hay muchos no es fácil verlos.
El río Gambia ya dentro del parque.
Aquí hay un campamento con puesto de observación para ver los bichos, pero creo que era mucho mejor en el que estabamos nosotros, sin comparar.
Un ciervo en medio de las hierbas. Como se ve esta todo seco.
En la época de las lluvias cierran los parques a las visitas y los guias se vuelven a su casa. En temporada duermen por allí.
Termiteros vi ciento y la madre. Hay muchos.
Me hubiera gustado retratarme cerca de uno, pero el guia no nos dejaba salir del coche.
Al atardecer,cansados pero felices volvimos al campamento. Una hora estupenda para beber mi whisky mirando al río.
Como soy una osada todos los días a las seis o seis y media de la mañana salia a pasear de noche hasta la hora del desayuno.
Pensandolo ahora veo que era una temeridad pues podía encontrar algún bicho.
El Campamento Wassadou me encanto. No me importaria volver a pesar de la falta de luz. Era muy acogedor.
Nueve horas de vuelta a Dakar con uno de esos coches de los años 20. Llegue a la conclusión que los conductores son unos artistas viendo lo que llevan.
El paisaje me recordo a Castilla con algún árbol. Plano, plano.
Mezquita de Kaolak.
En Senegal el 98% son musulmanes.
Un viaje inolvidable que me dejo con ganas de volver a Africa.
Nunca se sabe.

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