sábado, 15 de octubre de 2011

Los jardines de la Granja.

¡Vaya jardincitos! como para perderse en ellos.
Como tienen 6 kilómetros de extensión todo puede pasar.
Desde luego es imposible verlos en un par de horas.

Lo primero que hay que saber, es que están abiertos todos los días desde las 10 de la mañana. El cierre depende si es invierno o verano. Y gratis.
Que raro gratis en este mundo donde todo vale dinero.
Claro que cuando ponen las fuentes a funcionar hay que pagar.


Porque normalmente están apagadas. Una desilusión. Cambia mucho de verlas con agua o no.
Las ponen los miércoles, sábados y domingos a las cinco y media de la tarde y durante 10 minutos.
Y no todas. Cuatro fuentes cada día que van turnando.

Y hay nada menos que 26 fuentes.
Para verlas todas en su apogeo hay que visitarlas:
El día de San Fernando, 30 de mayo.
El día de Santiago, 25 de julio.
o San Luis, 25 de agosto. Este es el patrón de La Granja.

Al final de cada avenida hay una fuente. Creo que como mucho habré visto 10.
Todas tienen su nombre.
- La de los vientos.
- Las ocho calles.
- Carrera de caballos.
- De Apolo y Minerva.........etc.


Esta es la de los baños de Diana.
Es la última que se hizo y de ella dijo Felipe V después de verla funcionar " tres minutos me he divertido, pero tres millones me ha costado"
En lo gastizo parecía un político de hoy día.

Todas están inspiradas en escenas mitológicas. Son de plomo pintadas a imitación de bronce.
Esa es la única pega que les pongo, que son todas las estatuas del mismo estilo. Podían haberlas hecho un poco más variadas.


Los jardines están salpicados de estatuas de mármol blanco y jarrones del siglo XVIII.
A profusión.


Del baño de Diana me pase poniendo fotos, pero es que es de impresión. Cuando este en funcionamiento debe de ser la repanocha.

Un jarroncito.
Como te caiga esto encima quedas como un sello de correos.

El banco lo encontré muy propio, por eso lo retrate.
Seguro que sentarse a descansar en un banco con tales patas, mola más que en uno corriente.
Casi diría que produce más placer que fumar que es el no va más.

Una de las 26 fuentes. Es de las más modestas, si es que hay algo modesto en este parque.
Pues más que jardines tenían que llamarlo parque.
No te vale para tardar en recorrerlo a caballo un día, pero sirve para caminar sin dar vueltas en circulo.

Los jardines están diseñados por el francés René Carlier.
En aquella época tenía que ser francés y máxime estando encargados por un Borbón recién llegado de Francia.


Muchas clases de árboles, predominando tilos y castaños de indias. En el siglo XIX se introdujeron nuevas especies sobre todo coníferas como las sequoias.
Parterres, flores.... de to.

Y aquí esta María Isabel Francisca de Asis Cristina Francisca de Padua Dominga de Borbón y Borbón, popularmente conocida como "La Chata"
Fue la hija mayor de Isabel II y Francisco de Asis, esto es más discutible porque la reina era dada a distraerse. Por dos veces Princesa de Asturias.

La primera vez hasta que nació su hermano alfonso XII
Y la segunda desde que este heredo la corona hasta que tuvo descendencia.
Era muy castiza la mujer. No se perdía ni fiesta ni sarao. Aficionada a los toros.
Por todo ello era muy querida por el pueblo.

Hay varias esculturas parecidas a esta. Cuerpo de felino y cara de mujer.
No iba descaminado el escultor; se conoce que conocía bien a las mujeres.
Algo de felinas tenemos, dispuestas a saltar a la primera.

No le falta de nada. Esculturas, jarrones, flores, parterres, todo perfectamente podado.
Decididamente me alegro no tener un jardín tan grande, iba a salirme un poco caro mantenerlo.
(La zorra y las uvas)

Esta fuente que esta enfrente del palacio es de campeonato.
Cada una que ves piensas que es la mejor, pero luego llega otra que la mejora.
El agua de los surtidores de algunas fuentes alcanza los 40 metros de altura

Un sitio precioso.
Muy rococó todo ello, pero resulton.

Esta también esta enfrente del palacio. Una fuente en cascada.
Desde luego tenían buenas vistas los monarcas.
A falta de piscina seguro que se remojaban en las fuentes.

Otra. Sospecho que no vi ni la mitad de las fuentes. Desde luego los seis kilómetros no los ande, pero me dio pena. Me hubiera gustado dedicarles todo el día.

Una se siente bajando por estas escaleras como la mismísima Isabel II.

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