Así de contentos salimos de casa para la excursión. La foto nos la hizo el de siempre que como es habitual no se animo.
Ibamos con la idea de quedarnos a dormir si nos
apetecía , pero al final nos volvimos. Hacia mal tiempo y total
estábamos a hora y media de viaje.

Nuestro destino, el Concejo de Ponga. La primera parada la hicimos en
Arriondas.
Arriondas, que recuerdos.
La visite por primera vez hace 50 años en un descenso del Sella. Alquilamos un
autobús toda la pandilla y los que se agregaron para llenarlo y carretera. En aquella
época nos
poníamos todos en el techo del
autobús y desde allí
veíamos el recorrido. Hace años que eso esta prohibido.

Con carabina claro. Unas señoritas no podían andar solas por el mundo.
A la
seño la vimos en el
autobús y cuando volvimos a las 4 de la mañana.
Pobres padres pensando que
estábamos tan vigiladas.

Entonces
Arriondas era un
pueblin. Me
sorprendió la vida que tiene actualmente.
Hay muchas empresas dedicadas a organizar descensos por el río en canoa,
kayak, piragua........ amen de otras actividades.
Desde 20 euros persona con
picni incluido y traje de
neopreno.

A pesar del mal día que hacía, el pueblo estaba muy animado.
Lo que le ha dado mucha vida es el Descenso del Sella.
El recorrido es desde el puente de
Arriondas hasta el puente de
Ribadesella, unos 20 kilómetros.
La meta esta debajo del Puente de
Ribadesella.

El descenso se celebra, todos los años, el primer
sábado de agosto después del
día dos.
Actualmente
multitudinario.
Ya casada
volví al descenso. Ese día
llovía lo que no se sabe.
Embarazadisima y mi hermana
Magui igual. Nos pusimos como sopas y el collar que te pones destiño a placer.
Tuvimos que comprarnos un
mantel de
plástico, hacerle un agujero y usarlo de
impermeable.
Arriondas queda a 65 kilómetros de
Oviedo y tiene unos 2.600 habitantes.
Tiene mucho turismo de gente joven y no tan joven que también quieren bajar el Sella.
También es importante la pesca del
salmón.
Por ello hay muchos hoteles, casas rurales, pensiones.......etc

Acabo de leer en un
periódico local que el Principado quiere restringir las canoas y piraguas por el río para proteger a los salmones.
No se si los
protegerá o no, pero va a jorobar el negocio (que atrae turistas) que tienen montado
allí ( del que viven ) muchas personas.
Creo que
Arriondas, siendo un lugar muy guapo, sin el Sella y su descenso no sería lo que es.

A la puerta de un negocio estos aldeanos con sus
madreñes.
No puedes dar un paso sin ver un sitio para alquilar canoas o
palistas preparados para la excursión.

En el mismo sitio, este
trasgu asturiano (gnomo) escanciando sidra.
De ese pueblo tuve un pretendiente. No me gustaba nada y cuando nos avisaba que iba a
Gijón a vernos, mi prima y yo nos
largábamos de casa para que no nos encontrara.

Paramos para hacer un alto en el camino y tomarnos una coca cola. Lo hicimos en este sitio de cara a la ría.
La ría es el centro de toda actividad.

La misma casa vista por el otro lado.
Fue una parada muy oportuna que nos encanto.

Esta es la Plaza de
Venancio Pando, donde esta el
ayuntamiento y el cañón.
Este cañón fue donado a la Villa por la Federación Española de
Piraguismo en agosto de 1.968.
No estaba cuando yo fui.

Es originario del siglo
XVIII y fue adquirido en un mercado de
antiguedades en el sur de España.
Probablemente se
utilizaría como defensa en las costas de
Cadiz o
Cartagena.
De hierro fundido y con un alcance de 529 metros a un blanco y 840 a bala perdida.

Un negocio de alquiler de piraguas a pie de ría.
Se montan los dos
palistas en la piragua y los tiran por esa rampa hasta el agua.

Según dice la prensa el puente podría pasar a llamarse de Emilio
LLamero Olivera, fallecido hace poco y presidente del
comité organizador del descenso en los últimos 30 años.

Lloviznaba , así y todo estaba lleno de
piraguistas. No quiero pensar lo que sera en un día soleado de verano.

Un lugar para tomarse una sidrina asturiana.
No me importaría pasar unos días en Arriondas. Me gusto mucho.