Camino del mirador.
Habia una vez un mirador increible.
Su tierra, roja roja, te hacia pensar que estabas en otro planeta de nuestro inmenso universo.
Como si hubieras ido a parar a Marte esperabas a cada momento ver aparecer algun que otro marcianito.
Solitario. Como si no hubiera en el mundo nadie mas que tu.
Se accedia a el por un estrecho camino sin asfaltar.
Al fonde del barraco una presa de cuyo nombre no me acuerdo.
Al final una explanada encima de un promotorio rematado con un murete rustico.
Asomarse alli no era para gente con vertigo.
Abajo a 400 metros de precipicio se ve el pueblo de Agulo, llamado el bombon de La Gomera.
Al frete la isla de tenerife con su majestuoso Teide.
Bueno, eso se ve cuando se ve. O sea si no hay niebla.
Un lugar magico, con mucho encanto y poco visitado.
Autobuses imposible y turistas aislados era lo mas que se veia
.
Era el mirador, para mi mas bonito de La Gomera.
En la piedra que estaba en medio de la explanada me he retratado con medio mundo.
Un lugar que invitaba a todo tipo de fantasias. Un lugar irrepetible.
Pues todo eso ha desaparecido.
La piedra, el murete, la explanada.........
La civilizacion avanza y acaba con estos rincones unicos.
Se remodelo toda la zona.
La carretera se asfalto y se ensancho lo que se pudo.
Se ajardino mi explanada de mis amores y ya no la reconoce ni la madre que la pario.
Se construyo un mirador acristalado, muy moderno, pendiente sobre el abismo y se hizo un restaurante.
No quedo nada de la magia del lugar.
Ahora es un mirador como puedes encontrar en cualquier pueblo del mundo.
Siete metros de voladizo sobre el vacio, y de cristal.
Plagado de turistas y lugareños, sobre todo los fines de semana, que pululan por alli como Pedro por su casa.
Una pena.
Ha perdido su soledad.
No digo que haya quedado mal como tal mirador, pero ahora es una vulgaridad, perdio su personalidad.
Lo mismo puede estar en La Gomera que en Pernambuco.
Ha perdido su esencia y su identidad.
Comer no se come mal y la vista es muy buena, pero yo añoro mi rustico mirador de Abrantes y mi piedra volcanica.
La Gomera es una isla de turismo rural y rural debian de dejarla, pero en los ultimos años han hecho arreglos que a mi particularmente me han puesto los pelos de punta.
Uno va alli para hacer senderismo, para encontrar un sitio apacible y descansar.
Nada que ver con Las Americas o Benidor por ej.....
Me imagino que los gomeros estaran tan contentos con su nuevo mirador, pero para mi gusto lo han desgraciado. Eso mismo podian haberlo hecho en otro risco ( que no faltan) y dejar ese como estaba.
Cuando se podia aparcar a gusto del consumidor.
Toda la explanada para nosotros.
Tiempos que no volveran.
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